lunes, 16 de julio de 2012

Saquitos de cabrales



Ingredientes:

Pasta filo
Queso cremoso de untar
Queso cabrales
Mantequilla




Preparacion:

Si alguna vez lo habéis visto en una carta de un bar o restaurante seguro que os lo habéis pedido. Los saquitos de gambas, de verduras, de chocos, de....  Aprovechando que me regalaron un queso de cabrales muy rico decidí hacer algunos con él y la verdad que gustó mucho.

La pasta filo o masa filo (del griego φύλλο phyllo, ‘hoja’) es una masa empleada en la gastronomía del Medio Oriente, del Magreb, de Turquía y de los Balcanes, y que se caracteriza por ser muy delgada, casi translúcida.

Después de esta definición que ya muchos habréis sospechado acertadamente que es de la wikipedia,  añadir que aunque el precio de un paquete no aparenta ser barato, en su interior encontraréis una gran cantidad de láminas. Si lo conserváis bien cerrado os durará mucho tiempo.

Antes de empezar con la pasta filo preparamos el relleno, de forma que una vez que empecemos a trabajar con ella únicamente sea para cortarla y rellenarla. Lo hacemos así porque al ser las láminas tan delgadas, si las dejamos mucho tiempo fuera se secan, haciendo muy complicado el trabajo de "modelado" con ellas.

Las medidas van a ser a partir de la preparación de 4 láminas de pasta filo, que nos darán para unos 16 saquitos. 

En un bol mezclamos añadimos 200 gr de queso de untar y vamos añadiendo queso de cabrales mientras mezclamos con una cuchara hasta alcanzar el sabor que deseemos. Si os parece demasiada mezcla no os preocupéis, siempre podréis utilizarla para untar panecillos o añadirla a una carne justo antes de sacarla de la sartén.

Sacamos la pasta filo de la nevera, apartamos 4 láminas y el resto lo volvemos a guardar cerrando bien el paquete. Yo uso unos clips de plástico para que no les entre aire o las bolsas de cierre de congelados.

Con las 4 láminas una encima de otra cortamos en cuadrados, calculad unos 16 cuadrados más o menos. Cada cuadrado tendrá cuatro láminas.



Cogemos uno de los cuadrados y separamos cada capa para luego volver a unirlas pero untando cada una de ellas con mantequilla, será como nuestro pegamento. 






Añadimos en el centro de la última capa una cucharada pequeña del relleno y cerramos. Para que cierre bien cerrada tenéis que untar los bordes con mantequilla. Si tenéis cebollino podéis usarlo de cordel, queda muy bien. El día que los preparé yo no tenía, como podéis ver en las fotos, por eso no quedaron con la forma esperada.




Colocamos los saquitos sobre papel de horno en la bandeja y los hacemos durante 15 minutos a 160º. Recordad precalentad el horno unos 10 minutos antes.

Para la presentación he utilizado una brocha de silicona que tenía, usando como "pintura" mermelada de fresa diluida en un poco de agua.

Aparte de color, el contraste de la mermelada de fresa con el queso siempre es un acierto para el paladar.


Trucos y/o consejos:

  • Podéis preparar los saquitos por la mañana y luego volver a calentarlos en el horno por la noche si por ejemplo tenéis una cena y no disponéis de mucho tiempo.
  • Vuelvo a recordar que la pasta filo se seca rápido. Acelerad el proceso de preparación si no queréis que las últimas láminas se partan al intentar doblarlas.
  • Dan mucho juego a la hora de elegir el relleno, aunque es importante que sea untuoso. Yo las hice una vez de humus y quedaron demasiado densas, también las he probado de paté y quedaron muy bien.